Helen Stephens es condenada injustamente a 12 años de prisión por asesinar a su jefe Eric Bridges, el director gerente de Entirely Tiles. Aunque está segura de que solo será cuestión de tiempo antes de que se corrija este error, todos a su alrededor parecen estar conspirando para mantenerla tras las rejas. El abogado Tony es incompetente, la hermana Laura quiere su piso y su prometido Justin, su coartada, ha desaparecido. El colega Henry parece ser el único dispuesto a ayudar, pero tiene un motivo oculto.